Por Cacho Fernández
El Presidente Javier Milei volvió a perder otra votación en el Congreso y van… Como solía bromear el genial Roberto Fontanarrosa, su mandato ya es un derrotero, es decir, una suma interminable de derrotas.
Esta vez, los diputados le voltearon por abrumadora mayoría los dos vetos, uno referido al Presupuesto Universitario y el otro al de Pediatría, simplificado como Garrahan.
La tercera derrota, además de la de la Cámara Baja y la del 7 de septiembre, fue en el Senado cuando la oposición, también por absoluta mayoría, le volteó el veto a la Ley de Reparto de los ATN, algo que para la diputada radical Danya Tavella se lo podría hacer caminar vía el diálogo y no por imposición como lo pretende el libertario.
Pero Milei no conoce ese mecanismo milenario de la política que se lo tiene o no. Efectivamente, el atributo de la política se lo tiene o no se lo tiene, lo que equivale a decir que no se lo compra ni se lo adquiere en las universidades. “Lo que natura non da, Salamanca non presta».
Perón solía graficar esto contando que un cierto mariscal de Saboya hacía recorrido y campaña política montado en su mula que lo esperaba pastoreando mientras él hacía sus discursos en cada pueblito que se detenía en su recorrido proselitista. Podría decirse que la mula escuchaba todos sus discursos sin perderse ninguno, “pero les aseguro que no por ello la mula nunca aprendió nada de política”, remataba su cuento el general en sus charlas con su militancia.
Bueno, cuando no se porta ese atributo o esa habilidad, es en vano que se lo pretenda adquirir en cualquier lado que no sea el del cotejo con la gente o con otros políticos y mucho menos en un panel de TV.
El magnífico sociólogo (uno de los padres de esta ciencia) Max Weber no dudaba en colocar a la política como un saber superior al de la sociología, refiriéndose a esa particularidad o génesis natural de esta praxis. Pero Milei no parece estar enterado de ello y es así como no abandona su costumbre de perder en controversias ganables. Solo por no saber dialogar o negociar, diremos citando a la diputada radical.
Los enemigos se terminan pareciendo
“Ya no se puede desoír la situación de crisis, la dura realidad de familias que no llegan a fin de mes ni los escándalos de corrupción”, continuó la legisladora. Sin duda que “hay una mala praxis del gobierno y sus aliados”, remató, que son cada vez menos, al menos “esa parte del PRO con los que se alió en la Provincia” (Ritondo, Santilli, por ejemplo) con quienes perdió una elección por casi 14 puntos de ventaja. “El error del Gobierno fue nacionalizarla al pegarse a la figura de Milei”, apuntó la diputada Tavella, tras lo cual explicó que “nosotros estamos construyendo una alternativa a los dos extremos con Provincias Unidas, con los gobernadores porque pretendemos darle cordura y mejorar el debate en el Congreso, junto con un sector del radicalismo, con Florencio Randazzo, Emilio Monzó, Margarita Stolbizer y quien te habla…”, dijo, desafiando a esa opinión tan arraigada y resignada de suponer que en la política nacional no habría lugar para terceras vías ni para moderaciones y racionalidades.
E insistió: “Este gobierno no negocia nada cuando la negociación no solo es una condición necesaria de la política sino de la misma vida. Este gobierno es tan kirchnerista que duele, se parece mucho al segundo gobierno de Cristina y eso está hartando”.
Efectivamente, la historia universal nos demuestra la cruel paradoja por la cual los enemigos se terminan pareciendo. También, que toda guerra obsesiva contra un oponente acaba arrasando a quien se embarca en esa pelea. El afán de Milei de arrasar con el kirchnerismo le está provocando su propia destrucción y la de su espacio.
La literatura nos ofrece una obra magnífica de ello. Se trata de la genial novela de Dino Buzzatti “El desierto de los tártaros”, en la cual la obsesión de un grupo militar por destruir un enemigo les ocasiona guerras internas y un autoaniquilamiento. ¿Estaremos ante una representación más de esta metáfora?
La diputada Tavella se refirió también a la polarización, a la grieta o como se llame, entre el mileísmo y el kirchnerismo: “La gente que ya no ve ninguna salida entre estas dos posiciones opuestas. Las familias no llegan a fin de mes y el gobierno pretende hacer del equilibrio fiscal un proyecto cuando en realidad es solo un titular”, subrayó.
Radicales y tasas urbanas
Como decíamos, muchas veces los enemigos se terminan pareciendo y tal vez sea por ello que el ajuste acaba cayendo como en cascada hacia la gente de los municipios.
Algo así entendió el bloque radical que rápidamente reaccionó política e ideológicamente contra el aumento de tasas determinado por el Ejecutivo Municipal. “La única forma que conocen de administrar es el ajuste y el aumento de tarifas”, disparó el concejal Francisco “Pancho” González tras el nuevo aumento en las Tasas de Servicios Urbanos que dispuso el DEM. De paso reafirmó la misma posición alternativa de la que habló la diputada nacional Danya Tavella para formar parte de una especie de tercera vía entre los dos polos opuestos que polarizan el escenario político nacional.
El edil radical continuó: “Nos encontramos nuevamente con un Ejecutivo que esperó a que pasaran las elecciones para aplicar un fuerte incremento del 14,5% en las tasas que golpea el bolsillo de los olavarrienses. La única forma que conocen de administrar es el ajuste y el aumento de tarifas tal como lo hace el Gobierno Nacional, aplican exactamente la misma receta y usan el mismo método”.
Al mismo tiempo, el bloque radical considera “necesario y saludable” que la discusión sobre el aumento de tasas vuelva al Concejo Deliberante, algo que fue así durante mucho tiempo hasta que la gestión de José Eseverri decidió actualizarla automáticamente, sin intervención del órgano legislativo. Y fue así como el pueblo olavarriense perdió absolutamente protagonismo en quizás la decisión fundamental de un gobierno democrático: la de recaudar. De esa manera las democracias municipales comenzaron a parecerse peligrosamente a las monarquías absolutistas, las que no dudaban en fijar las políticas fiscales de acuerdo a sus necesidades y no las del pueblo. Hay miles de ejemplos de este mecanismo y muchas reacciones populares devenidas de esto. Seguramente, la primera respuesta sería la de reducir la tasa de cobrabilidad y no por rebeldía sino porque la gente apenas puede comer con sus escasos ingresos.
La sorpresa azuleña
“Fue un triunfo inesperado por su diferencia con el segundo y lo pone a Axel al frente de su proyecto”, opinó la diputada provincial, Laura Aloisi, quien además destacó el desdoblamiento de las elecciones y el rol de los intendentes. “Fueron más de 50 quienes acompañaron esa estrategia, pero por sobre todo, fue muy bueno ponerle un freno a Milei a partir de la nacionalización de la elección”.
La legisladora azuleña no dudó en afirmar que se trató de “un voto económico ya que el consumo se iba cayendo, los locales se cierran y la crisis general movilizó a la gente a votar en contra del modelo de Milei contra el que Kicillof se presenta como un modelo antagónico. También incidieron los audios y todo lo que tiene que ver con la corrupción”, subrayó.
En cuanto a la obra social IOMA, la que ha ido perdiendo aquella calidad de prestaciones que supo tener en otros tiempos, la diputada Aloisi advirtió que “hemos hecho pedidos de informes” pero hay que ver cómo articula con la corporación médica de lo cual rescató el rol de los consultorios externos como respuesta a esta crisis en el efector público.
En cuanto al resultado de los comicios en Azul, en donde el oficialismo sorpresivamente perdió aunque por muy poca diferencia, Aloisi explicó que se había ganado en el casco de la ciudad y que “la polarización dio este resultado ya que algunas localidades marcaron alguna desatención. Desde lo político marcamos que había faltado amplitud en la conformación de la lista, pero de todos modos se sostuvieron los tres concejales de Fuerza Patria”, cerró.